Para el montaje de toda la infraestructura del proyecto se realiza una perforación de alta profundidad del suelo hasta llegar a una cavidad salina. En esta especie de caverna se inyecta el gas, que a su vez expulsará la salmuera encontrada y que será enviada por medio de tuberías hasta llegar a las tres represas.
La salmuera por su alta concentración y densidad permite que el GPL inyectado en la caverna no se mezcle, por lo que ambos productos se mantienen en forma separada. Esta caverna realiza la función de un estanque subterráneo de almacenamiento del GPL.
Cada una de las tres represas tendrá capacidad de almacenamiento de 150.000m³ de salmuera, lo que corresponde al volumen de 60 piscinas olímpicas, que tienen en promedio, 2.500m³ cada una. La caverna, tendrá capacidad de almacenar la misma capacidad de salmuera desplazada por el GPL, cuando el almacenamiento de GPL es empezado a ser vaciado de la caverna para ser inyectado y vendido a la red de transporte de gas, la salmuera de las represas es bombeada de vuelta a la caverna en el mismo volumen de vaciado.
El volumen total de estas presas de salmuera (450.000m³) es igual al volumen completo de la caverna, de esta forma, si la cavidad está llena de gas, las represas estarán llenas de salmuera también.
Las construcciones de las represas estarán recubiertas con una doble lámina de HDPE y entre ellas un geonet que da la función de permitir la detección de fugas de las represas de salmuera.
El equipo de Tractebel que está trabajando en el emprendimiento es formada por los ingenieros Patrício Tamayo, Fernando Hauyon y Marie-Laure Petitpain, que es gerente del proyecto. De acuerdo con Marie-Laure Petitpain, uno de los desafíos para la construcción de las represas de salmuera es trabajar con las condiciones climatológicas de la región: "las intensas lluvias (entre 2.000 a 3.000 mm anuales), un suelo arcilloso”, que provocan erosiones y saturaciones que impiden que se logren las compactaciones necesarias para la construcción de las diques de la represas. La Asesoría Técnica de Obra (ATO) de Tractebel permite asesorar al cliente para poder trabajar bajo estas condiciones mejorando los métodos constructivos, entregando recomendaciones para el manejo de aguas lluvia, sistemas de drenaje subterráneo, recomendaciones de estabilidad, secuencias de trabajo y apoyo técnico a todas las obras civiles de estas represas.
Este es el primer proyecto de este tipo de almacenamiento de GPL en América Latina y entre los beneficios está el uso de una tecnología más segura y de menor costo para almacenar grandes volúmenes de gas y otros productos. Además, el almacenamiento subterráneo permite garantizar la disponibilidad del producto de forma que atienda a la demanda nacional a un costo más bajo, reduciendo también la necesidad de importación de gas con precios elevados.